miércoles, 20 de agosto de 2014

6 Habilidades de la abuela que están inspirando a los emprendedores del futuro

Imagen: http://charitygrace78.blogspot.ca/
Creo que la de mi mamá fue la última generación de bachilleres que además de Matemáticas, Español y Sociales veían Bordado, Costura y Culinaria como parte del currículo en la educación secundaria. Supongo que la supresión de estas materias obedeció un tanto a la liberación femenina que buscaba una mayor igualdad entre la educación para hombres y mujeres. Después de todo, tanto la sociedad como las mujeres necesitábamos trabajar fuera de la casa.

El mundo cambió y no solamente los colegios dejaron de enseñar los llamados oficios artesanales sino que fueron casi suprimidos para darle paso a la producción y distribución en masa que permitió que hoy en día "disfrutáramos" de ciertos productos y servicios que de otro modo seguirían siendo un lujo o simplemente un proyecto en la cabeza de alguien.

La mayoría de los chicos y chicas de mi generación crecimos sin saber lo que es un dechado, un tejido a dos agujas o una cadeneta en crochet. Sin embargo, esta nueva condición de "analfabetismo artesanal" está cambiando poco a poco gracias a una nueva generación de jóvenes que se han aburrido de la producción en masa y han devuelto la página para encontrar en el "Hágalo usted mismo" una alternativa, no sólo para crear productos con su propio sello personal sino para desarrollar procesos productivos sostenibles y crear nuevos negocios.

A continuación comparto 6 manualidades de la abuela que, con un toque de innovación, están inspirando una nueva generación de nuevos emprendedores:

http://northendgrillnyc.com/
#1. Jardinería: Independientemente de que las abuelas hayan crecido en el campo o la ciudad, ellas son unas ninjas a la hora de hacer germinar una semilla y convertirla en una planta. Incluso en mi casa llevamos más de 7 años disfrutando de deliciosos plátanos gracias a una planta que sembró mi abuela.

Hoy en día, la creciente preocupación de los consumidores por las altas concentraciones de pesticidas, fertilizantes artificiales y otros químicos en los alimentos han despertado una nueva conciencia por volver a los alimentos orgánicos y producidos naturalmente, a la vieja usanza de la naturaleza, quien entre otras cosas es conocedora del asunto después de millones de años de perfeccionamiento de la técnica gracias a la evolución.

La jardinería se ha retomado entonces con mucha fuerza en los hogares de muchos países y ha inspirado diferentes propuestas de nuevos restaurantes que han convertido sus techos en verdaderas granjas urbanas en las que cultivan sus propios vegetales orgánicamente y hasta crian a sus propios animales. Ese es el caso de restaurantes como North End Grill en New York, El Casals en España, entre otros.

Para quienes quieren saber más sobre el tema les recomiendo leer el artículo 5 Ciudades en donde está de moda la huerta urbana del sitio web PlanetaJoy.com

#2. Cocinar y Conservar alimentos: Esta tendencia es mucho más marcada en países industrializados como Estados Unidos y Canadá en donde por mucho tiempo se abandonó la preparación de alimentos en casa por soluciones más convenientes como las comidas congeladas y la comida rápida o chatarra que llaman. Similar a lo que pasa con la jardinería, últimamente se ha visto un repunte en el interés de las nuevas generaciones por revivir las viejas recetas de la abuela para proveerse de un nuevo tipo de alimentación más sana, variada y sin preservativos.

Otra gran habilidad de las abuelas es la conservación de los alimentos. En sus épocas, el acceso a las neveras y congeladores no era tan generalizado como hoy y por ello las abuelas tuvieron que aprender o inventarse diferentes maneras de conservar los alimentos como salar carne o encurtir alimentos.

Hoy en día aunque tenemos neveras y toda clase de mecanismos de refrigeración, la tendencia de encurtir y conservar los alimentos está tomando fuerza como consecuencia de la necesidad de ahorrar energía y reducir la cantidad de preservativos artificiales en los alimentos.

http://www.monsterfactory.net/
 Foto: The Globe And Mail
#3. Coser a mano o a máquina: Muchas abuelas hacían su propia ropa y la de la familia, también hacían sus propias cortinas o sus propias colchas, la máquina de coser era un electrodoméstico tan importante como la nevera o la estufa.

Puede que hoy las máquinas de coser nos parezcan una antiguedad digna de un museo pero la costura está lejos de ser "un arte muerto", y si no me creen, nada más es echarle un vistazo a Pinterest para descubrir que una nueva generación de usuarios que le están apostando a esta habilidad de las abuelas para crear productos con toques personalizados y re-utilizables. Este es el caso de la fábrica de muñecos toronteca Monster Factory que nació como una idea de tres amigos de crear pequeños monstritos de felpa o Lunapads, una empresa vancuverita que hace y comercializa toallas higiénicas de tela, reutilizables, ecológicas y con un componente importante de inclusión social.

#4. Tejer, Bordar y Pintar, entre otras manualidades: Mi casa era un museo de tapetes de crochet. Con una aguja y una madeja de hilo mi mamá -que ya es abuela- se convertía en toda una arañita laboriosa, tejía a una velocidad sorprendente y con una técnica única. Mi abuela por su parte tenía una técnica singular para entrelazar delgados filamentos de cañaflecha que terminaban en la cabeza de algún campesino en forma de sombrero vueltiao.

El ejemplo contemporáneo y más cercano a esta actividad lo encontré aquí mismo en Halifax, la ciudad en donde vivo, en un negocio llamado Gab's & Eddie. Esta tienda nació como un hobby para una mamá a quién le encantaba tejerle sombreritos y mitones a sus hijos. Tal fue el éxito de sus diseños que empezó su propio negocio tejiendo desde casa y promocionándolos a través de redes sociales como Pinterest.

#5. Usar pañales de tela: Aún me sorprende la versatilidad que debió tener mi abuela para criar 7 hijos a punta de pañales de tela. Y ni hablar de mi bisabuela que tuvo 12. Yo sólo tengo uno y aún cuando los pañales desechables me representan un gran ahorro en esfuerzo y tiempo, siento que nunca me alcanza para todo lo que tengo que hacer!

Mi mamá también utilizó pañales de tela pero no por ecológica sino porque en su época el pañal desechable era un lujo. Hoy en día el 90% de las colitas de los bebés se cubren con este tipo de pañales, dominando un mercado a tal punto que empiezan a presentarse abusos como El Cartel de los Pañales que se destapó recientemente en Colombia. Adicionalmente a las malas prácticas de algunas empresas productoras de pañales desechables, estos en principio suponen un reto mucho mayor: el riesgo ambiental. Y es que si lo pensamos bien, no hay un basurero tan grande como para embutir tantos desechos si calculamos que hay más de 2 millones de bebés en Colombia y un sólo bebé en promedio tiene como mínimo tres cambios de pañal diarios.

Varias empresas en Estados Unidos y Canadá han encontrado una alternativa más amigable con el medio ambiente retomando el modelo de los pañales de tela de la abuela pero solucionando el problema que supone la falta de tiempo para lavar los pañales: te reciben los pañales sucios y te entregan pañales limpios en la puerta de tu casa.

Ese es el modelo de Sweet Cheeks y Bundle Behinds, dos pequeñas empresas en Halifax que han encontrado en la lavandería de pañales una nueva oportunidad de negocio ofreciendo una alternativa distinta al contaminante pañal desechable. Adicionalmente, estas empresas han logrado diseñar procesos tan eficientes, que no solamente ofrecen una limpieza integral del pañal sino ahorros significativos en el consumo de agua y energía mucho más altos que si cada mamá hiciera individualmente esta tarea en su casa.

#6. Reciclar: A más de uno nos pasó esto en nuestra infancia:

Muy difícilmente encontraremos una abuela que no reutilizara los envases de mermelada como vasos o que no tomara sus cajas de galletas metálicas vacías para guardar sus hilos y agujas. 

Reutilizar empaques o productos es quizá la super-habilidad de la abuela que más necesitamos en el día a día para reducir el impacto de la basura en nuestros hogares. Pero fuera de una sana costumbre que todos los ciudadanos deberíamos implementar, empresas como la argentina Mafia Bags que confecciona morrales con telas de vela de kite, windsurf o barco o la OMG Superuse.org le apuestan a una nueva visión del diseño sostenible a partir de materiales reciclados.

Quieres ser un empresario pero necesitas ideas nuevas? valdría la pena retroceder a la época de la abuela! quién quita que además de buenos recuerdos, encuentres la inspiración para la empresa del futuro.

Alguna habilidad de tu abuela que pueda inspirarnos? compártela en los comentarios!

jueves, 7 de agosto de 2014

Congreso Grande o Chiquito: El tamaño realmente importa?

Ojalá y fuera que sólo jugaran Tetris en pleno debate como hacía el Senador
Benedetti o sólo se echaran un motoso como los Senadores Gerlein y Cepeda... o mejor aún, que salieran con desparpajo a decir que no van a la posesión del Presidente de la República simplemente porque no se habla con él como el Senador Uribe, aún cuando es su deber sino legal al menos moral como congresista.

Ojalá y sólo fuera eso. A nadie se le niegan 15 minutos de esparcimiento durante la tediosa jornada laboral... o que tire la primera piedra el que diga que nunca se ha sentado un ratico a jugar solitario, chequear Facebook o chatear con la novia para "despejar la mente". Confieso que yo he visto documentales enteros en YouTube mientras trabajo y hasta me han pillado, pero no por eso me han echado.

Pero desafortunadamente en el Congreso de nuestro país pasan cosas peores, graves, cosas que nos siguen costando a nosotros los colombianos muchas lágrimas, plata y violencia. Yo creo, y agradecería que algún abogado me precise la afirmación, que en el Congreso colombiano en sus cientos de años de existencia se han cometido todos los delitos listados en los códigos civiles, disciplinarios, penales, la constitución, las tablas de la ley de Dios, el código de Hammurabi y hasta más. Incluso llego a pensar que ahí se cometen hasta nuevos delitos que nunca llegaremos a conocer porque hay trapitos que ni siquiera se lavan en casa si no que se guardan en algún cajón.

En fin, es tanta la podredumbre que uno ve en ese recinto que lo primero que se le viene a la mente a uno es echarle tijera, recortar el número de bandidos que dicen trabajar ahí para ahorrarnos una buena parte de las lágrimas, la plata y la violencia que generan.

Echarle tijera, o en palabras más formales: Eliminar curules, es una de las propuestas que se han hecho evidentes en las redes sociales y la opinión de varios ciudadanos. Por ejemplo cito el post del libretista Gustavo Bolívar en el que explica sus razones para tener un Congreso Unicameral. Los invito a leer la nota, es muy interesante, fácil de leer y tiene algunos datos muy relevantes.

Luego de leerla, me parecieron razonables sus argumentos. Pero después de analizar el tema, de investigar, leer y comparar información llegué a la conclusión de que esta idea de reducir el Congreso nos perjudicaría más de lo que nos beneficiaría.

Digo esto porque, con todo y sus buenas intenciones, sería una improvisación al mejor estilo de la Reelección en los tiempos del gobierno Uribe, y a mí ya me caparon una vez con ese tema. En la reelección yo me tragué enterito el cuento de que necesitábamos que Uribe repitiera presidencia para que acabara con la guerrilla y terminé votando Sí en el referendo  porque ingenuamente pensé que sólo implicaba cambiar un articulito en la Constitución. Vamos a ver que con ese voto muy mal informado contribuí al desastre institucional que vemos hoy en día... adornado con la reelección de un pésimo presidente como Juan Manuel Santos.

En ese sentido yo quisiera exponer aquí mis razones por las cuales considero que la solución para acabar con la corrupción del Congreso no es reducir su tamaño y tampoco volverlo unicameral sino limpiarlo, despulgarlo, aceitarlo y ponerlo a funcionar como debe ser.

#1. El Congreso es la voz del pueblo: O al menos en teoría. Se supone que el Congreso es la representación de la sociedad en el poder de un Estado como Colombia. Aquí tenemos la posibilidad (limitada pero la tenemos) de elegir Senadores y Representantes a la Cámara no solamente para que debatan y redacten las leyes de nuestro país sino para que representen y protejan nuestros intereses como nación frente al Gobierno. Si lo ponemos en términos empresariales, el Congreso es la junta directiva de nuestro país y ante él deben comparecer los dirigentes desde el Presidente para abajo para dar cuenta de sus actos, decisiones y políticas.

Precísamente porque esas funciones (Redactar las leyes y hacer control político) son tan importantes y cruciales para la estabilidad de nuestra democracia, es que necesitamos tener un número óptimo de Congresistas. Hoy en día tenemos 268 para una población de más o menos 47 millones de habitantes que cada día crece más. Eso nos da 1 congresista por cada 180.000 habitantes aproximadamente.

Ese número es bueno o malo? Para hacerme una idea, escogí un grupo de países al azar, entre potencias mundiales y otros en vías de desarrollo como el nuestro y me tomé el trabajo de investigar cuántos congresistas por habitante tienen. Aquí está la tabla:



Estos datos también se pueden corroborar en el Informe Parlamentario Mundial de la Unión Interparlamentaria y el PNUD que pueden descargar aquí

Como dice el informe y como pueden apreciar en la gráfica, el promedio de parlamentarios por habitante en el mundo es de 1 Congresista por cada 146.000 habitantes. Es decir, estaríamos por debajo de la media lo que significaría que más bien estamos un poco cortos.

Los casos más extremos son China y Estados Unidos que tienen un congresista por cada 500.000 habitantes. Ambos son las primeras potencias económicas mundiales pero aquí entre nos, ninguno de los dos son el mejor ejemplo de la democracia en el mundo. Luego charlaremos de eso.

Si quisieramos tomar el ejemplo de los países desarrollados, civilizados, famosos por su alto nivel de bienstar, seguridad  y todas esas cosas que envidiamos a baba escurrida, países como Noruega, Canadá, Finlandia, Japón e incluso el Reino Unido que tiene especial fama por ser el precursor de esta institución y bajo cuya estructura se han inspirado los demás parlamentos del mundo, lo que vemos es que, exceptuando Japón, todos estos países tienen un número de congresistas más bien grande en comparación a sus poblaciones. El mismísimo Reino Unido tiene 1.410 parlamentarios, equivalentes a 1 congresista por cada 45.000 habitantes y países como Canadá o Suecia, con una población evidentemente menor que la de Colombia tiene incluso más parlamentarios que nosotros.

Ok yo sé que me van a decir que en las potencias se justifica porque no hay tantos niveles de corrupción. Pero incluso así, ese argumento se caería de su peso porque si el problema es de corrupción entonces la tarea sería más fácil ya que al ahorrarse el control político y la revisadera de las leyes y por lo tanto no necesitarían tanta gente en sus parlamentos. Pero en realidad ocurre todo lo contrario. Ellos prefieren tener mucha gente para que se haga una revisión minuciosa de cada ley que aprueban blindandolas a prueba de corruptos.

Si hacemos el ejercicio comparándonos con países más parecidos al nuestro como Argentina, Brasil, México y Perú. Lo que yo veo es que estamos ahí, ni muy bien ni muy mal, seguimos en el promedio, lo que me daría la sensación de que deberíamos quedarnos en donde estamos en vez de empezar a recortar.

Dejando de lado un poco las gráficas, las comparaciones, los números y mirando más nuestro contexto, sigo pensando que nos conviene más seguir con el mismo número de curules si es que no hay posibilidad de abrir más. La cuestión es que un país como el nuestro no puede darse el lujo de cerrar sus propios escenarios de expresión y participación, así sean malos. Aún cuando la violencia ha querido silenciar muchas voces en nuestro país, gracias a Dios aún no las han callado a todas. Tenemos un país con opiniones diversas, con sentires, problemáticas y puntos de vistas tan variados como habitantes y si con 268 representantes hay tanta exclusión, no me imagino cómo sería con menos. Si le echaramos tijera y redujeramos el número lo que estaríamos haciendo es apagando nosotros mismos los micrófonos, cerrando nosotros mismos nuestros propios canales de comunicación y creando un monopolio para que sólo unos pocos sectores sociales sean los que redacten las leyes que nos afectan a todos. Valga aclarar que serían leyes hechas a la medida de ese grupo pequeño y selecto, no a la medida de todos nosotros.

En este sentido, creo que la calidad de los congresistas es tan clave como la cantidad. Deberíamos tener tantos congresistas como sean necesarios pero no cualquierita, sino los mejores, como debe ser.

#2. Uni o Bi? es cuestión de gustos Pues hasta ahora no hay ningún estudio, prueba científica o hecho concreto que indique que una cámara funciona mejor que dos o viceversa. Si volvemos al tema de los países de la crema cuyos parlamentos funcionan bien pues hay de los dos modelos: Los Escandinavos tienen una, Canada, España, Bélgica y UK tienen dos, ni todos son Uni ni todos son Bi. Lo mismo pasa en los paupérrimos y corruptos países como el nuestro.

Cuál sería el criterio de escoger uno u otro entonces? Pues ahí sí creo que depende del país, del tipo de gobierno que tengan, cuál es el sistema de elección de los parlamentarios o del tipo de proceso de aprobación o no de las leyes de cada país e incluso la evolución histórica de cada sociedad.

En los parlamentos unicamerales generalmente se eligen por votación popular cierto número de representantes por cada unidad geo-política del país. Esta sóla cámara revisa los proyectos de ley, los lee, debate, aprueba o desaprueba y hace el control político.

Los parlamentos Bicamerales siguen la misma lógica pero la diferencia es que una cámara le sirve de contrapeso a la otra a la hora de debatir los proyectos de ley. Volviendo al ejemplo de Inglaterra, y aquí quisiera hacer una aclaración importante ya que he visto el error en otros blogs: El parlamento inglés es no es UNIcameral sino BIcameral. Tienen la Cámara de los Lords y cámara de los Comunes. La diferencia con otros parlamentos bicamerales es que la cámara de los Lords no la elige el pueblo sino la Reina por consejo del Primer Ministro pero igual funciona como contrapeso de la Cámara de los Comunes, que sería el ala "populacha" del parlamento inglés.

El procedimiento en general es que se hace una primera lectura de la ley, luego se debate, se revisa y posteriormente se aprueba el proyecto por una cámara (Comunes o equivalente a nuestra Cámara de Reps). Luego este primer borrador se pasa a la segunda cámara (Senado) y se repite el ciclo anterior hasta que se aprueba. Cuando se ha logrado esta aprobación unánime por las dos cámaras, queda lista para la foto: la sanciona el jefe de Estado, ya sea Primer Ministro, Presidente, Rey/Reina, lo que corresponda y empieza a regir.

Podría parecer que es doble trabajo, pero si analizamos la cuestión detenidamente, cuando se trata de una ley, desde la más simple norma de tránsito hasta las más complejas como la reforma tributaria, el código penal o reformas constitucionales es necesario tomarse el trabajo de hacer una revisión exhaustiva antes de escribirla en piedra. No solamente de eso depende -así sea en teoría- el funcionamiendo del Estado, la resolución de conflictos y el control del presupuesto sino la regulación y garantía de nuestros derechos y deberes... nada más y nada menos. Vuelvo y repito, si así con lo que tenemos todavía escuchamos frases como "hay un vacío en la ley" o "el código disciplinario no preveía que"... qué tal si simplificamos el proceso?

Por otro lado, y como por todos es sabido, nuestro país no es homogéneo. Las necesidades puntuales del Chocó no son las mismas que las del Orinoco ni se puede legislar sólo pensando en Bogotá sin tener en cuenta la idosincrasia, cultura o hasta el clima de una región tan diferente como la Costa. Es por eso que la Cámara de Representantes es importante, por que ahí se pondrían en conocimiento todas esas condiciones regionales para poder pulir los proyectos de ley de manera que sean ejecutables en todo el territorio nacional.

Es por esto, que yo me quedaría tal y como estamos, con nuestro sistema Bicameral, para que las regiones tengan visibilidad y haga un proceso minucioso de lectura y debate de los proyectos de ley. Lo que habría qué hacer entonces para optimizar el proceso es descabezar a los que juegan Tetris, a los dormidos, a los perezosos que no leen las leyes como Simón Gaviria, a los incoherentes que quieren infringir la ley con el argumento de que son Senadores y sacaron 50mil votos como Merlano y los que van sólo a cobrar el cheque sin abrir nunca la boca. Hay que poner ahí a los presenten proyectos relevantes, argumentos sólidos, coherentes y en general, hagan bien su trabajo como Jorge Robledo, Angela María Robledo, Luis Fernando Velazco, Juan Manuel Galán, Juan Lozano, Guillermo Rivera o Germán Navas, entre otros... que tampoco son tres gatos.

Adicionalmente... como dice el dicho, es mejor malo conocido que bueno por conocer. Ya sabemos cómo funciona el sistema Bicameral y qué es lo que no está funcionando en el nuestro. No es más fácil arreglarlo que cambiarnos a otro sistema que no conocemos, en el que no tenemos experiencia directa ni mucho menos podemos preveer por dónde se nos van a colar los micos, elefantes, ratas y otras criaturas indeseables?

#3. La cuestión de la cobertura. Este es cortico y más bien pragmático. Si uno tiene una queja o un reclamo que hacer sobre el gobierno, el Congreso es una de las "líneas de atención al cliente", que muy poco usamos realmente porque ni contestan. Con todos nuestros problemas, no es mejor tener 268 teléfonos o emails que sólo la mitad?

#4. Optimización del presupuesto: La lógica nos diría que cuando uno tiene un déficit presupuestal y necesita recortar gastos, lo más sensato es recortar personal. Y es cierto, recortar la nómina de Congresistas nos aliviaría enormemente un gasto pesado que además de que no representa ningún retorno a la inversión, nos hunde más en la pobreza.

Y es que la mayoría son unos nuches con hambre vieja que comen bueno, viajan bueno, duermen bueno y todo a costa de nuestros impuestos. No les duele pasarnos la factura de la champaña que se toman cuando en los pueblos que los eligieron no hay ni agua para tomar y los niños se mueren de física hambre.

Eso sí que da piedra y es el príncipal argumento para echar el tijeretazo.

Sin embargo yo no le daría el tijeretazo a la nómina sino a los beneficios que cada uno recibe y los dejaría en sus justas proporciones. Yo personalmente no me michicateo por su abultadito salario, ni por sus escoltas, pues considerando su papel tan importante en la sociedad preferiría que estuvieran bien protegidos. Incluso podría tragarme el sapo de los viáticos y el subsidio de vivienda pues se supone que tienen que viajar por el país y hablar con la gente, acompañar a los ciudadanos en sus problemáticas y ver con sus propios ojos si es necesario la corrupción rampante de las demás instituciones para denunciarla. Y de ñapa les apruebo el celular y el Ipad para que jueguen Tetris y de vez en cuando hagan sus llamadas con fines laborales. Así somos de dadivosos los ciudadanos.

PERO, PERO!! las millonarias y absurdas primas que se ganan hasta por ir al baño? las pensiones millonarias y que tan fácilmente le heredan a sus hijos y nietos sin ningún control? y la gasolina que pretendía Corzo que saliera de nuestro bolsillo? No me jodan!!!! tampoco me vean la cara de pendeja!

Y la excusa pecueca de los honorables Congresistas para justificar semejante lujo es que tener gente buena en el Capitolio cuesta y que hay que darles la dignidad que se merecen como Padres de la patria, etc, etc. Pues si fuera por lo "buenos congresistas", la mayoría se quedaría con el salario mínimo deducible de impuestos. Pues bien, si a algún congresista no le suena la oferta de un sueldo, primas y beneficios justos y acordes con la realidad del país, pues que vaya y se dedique a otra cosa, este país lo que necesita es gente emprendedora no parásitos. Y a los que por convicción quieran ser buenos congresistas apesar de que la reducción de la paga, bienvenidos. Estoy segura de que gente buena para llenar esas sillas y trabajar con juicio con un salario razonable es lo que sobra.

Pensar que con un Congreso más pequeño nuestra legislación será más eficiente es como si uno buscara ganar menos plata para gastar menos. Siendo pragmáticos, podemos examinar la lógica empresarial hoy en día. Una compañía no recorta un departamento tan importante sólo porque sus empleados son flojos y malos. Lo que hace es echarlos y contratar gente buena, así de simple. De hecho, si esos empleados buenos cumplen las metas les dan bonos y beneficios. Así debería ser en el Congreso.

#5. Tener menos congresistas no es garantía de que haya menos corrupción y menos robo al erario público. La torta de corrupción es incalculable en el Capitolio, eso lo sabemos. Pero sea cual sea la cifra, ya es un botín, un capital que ellos mismos han construido con sus malas mañas y en el evento en que haya un recorte de personal, nadie puede garantizar que ese botín sea rescatado para devolverselo al pueblo en inversión social.

Siendo realista y conociendo los alcances de los corruptos en este país, los más felices de saber que habría un recorte en el número de congresistas serían ellos mismos!!! aquellos corruptos que han amasado para sí mismos esa fortuna mal habida. Imagínense cuántos votos más no podrían comprarse teniendo más billete para gastar? Si las curules del Congreso fueran menos, no me imagino a las maquinarias electorales trabajando a toda marcha para comprar votos en un país con tanta hambre y miseria, por no hablar del trasteo, la violencia y la intimidación.

Lo mismo pasaría con los puestos y la mal llamada "mermelada". Tener menos congresistas implicaría menos esfuerzo para un presidente para echarselos al bolsillo y al revés, tener menos congresistas no le da más independencia  a un presidente para nombrar a los que considere idóneos en los organismos públicos, sino precísamente lo contrario, los puestos que hay quedarían atrapados en menos manos.

***

Y bien, estos cinco son los principales argumentos por los cuales considero que para tener un mejor Congreso no necesariamente la solución es recortar las curules sino depurarlas, y los primeros que debemos cumplir la tarea somos nosotros los ciudadanos al investigar, conocer los candidatos, informarnos y tomar la decisión a la hora de votar. Finalmente, tenemos que aprovechar la fortuna de vivir en una sociedad medianamente democrática que aunque limitados, al menos tenemos la posibilidad de hacer escuchar nuestra voz a través de los representantes que seamos capaces de elegir. Si los que están ahí no hacen bien su trabajo, la salida no es quitar los escritorios sino cambiar a los empleados.

De todas formas esta no es una tesis, disertación ni una investigación académica, es una opinión educada que quiero compartir y que está abierta para el debate con argumentos. Por ahora me despido porque desde hace rato estoy pegada en el nivel 6 de Tetris y no me lo pienso dejar ganar de Benedetti.

miércoles, 6 de agosto de 2014

Corto el Amor, escaso el Perdón y tan largo el Odio

Cuando llegué a Halifax, Nova Scotia, no tenía muy claro si me quedaría a vivir aquí o sería sólo una escala; pero lo que sí tenía claro era que no quería volverme a meter en el desenfreno tirano de una ciudad grande, cara y llena de carros otra vez. Acababa de salir de Bogotá y los que la conocen ya saben a lo que me refiero.

Quería estar un poco más tranquila, vivir como una persona y no como una máquina -o a merced de ellas. En el fondo quería aprender también a ser una ciudadana, y a volver a querer a mi país viéndolo desde afuera. 

A decir verdad, Halifax es chiquita, las oportunidades laborales pueden ser bastante limitadas en comparación a Toronto y de eventos culturales pocón pocón... Siendo honestos, sería fácil aburrirse aquí. De hecho, tengo que admitir que a veces me ha dado la renegadera cuando me he quedado sin trabajo pero luego se me pasa y vuelvo a quererla por una razón muy simple: la gente de esta ciudad es definitivamente encantadora. Sonríen, saludan, ayudan, te celebran, te hacen sentir bienvenido, te dan la oportunidad. No sé si es afinidad costeña, el entorno hermoso en el que viven, el pelo mono o qué pero la mayoría me enseñó a ser persona de nuevo precísamente porque son querendones, una cualidad de la que nosotros los colombianos pensamos que tenemos pero nuestra realidad y nuestra historia reflejan otra cosa distinta.

Ya sé que van a pensar que soy "anti-patriota", "vendida" o "ay mírenla tan creída porque vive por allá, pa' saber que se crió comiendo yuca con suero". Si eso es lo que les inspira este post, están comprobando mi teoría y me están dando la razón.

Antes de seguir quiero que quede constancia: de las colombianas que aman a su país y a su gente, soy la que más! y precísamente por eso es que estoy tratando de escribir este blog. Porque quiero que los colombianos nos queramos más y seamos mejores ciudadanos... un país tan bonito no se puede dejar ir por el inodoro.

Y bastante que me gusta la yuca con suero!

Volviendo al tema, por qué digo que los colombianos no nos queremos?

1. La guerra nos ha separado en dos bandos: Desde los tiempos de la Independencia hemos probado nuestro éxito rotundo en una sóla cosa, dividirnos en dos bandos y tomar partido por uno u otro sin saber por qué. Desde los Godos o Cachiporros, Realistas o Independentistas, Federalistas o Centralistas, Liberales o Conservadores, Izquierdistas o Derechistas... hasta llegar hoy en día a cosas tan absurdas y sin sentido como Uribistas o Santistas.

Si seguimos así en qué vamos a terminar? Starbuckistas versus JuanValdecistas? Pro-Amarillos versus Uberistas?

No quiero decir que no haya diversidad de opiniones y que todos deberíamos pensar igual. Todo lo contrario, alabo que haya distintos puntos de vista en nuestra sociedad ya que eso enriquece el debate y genera más ideas. El problema realmente está en nuestro nivel de intolerancia ante los que piensan distinto. 

Somos personas, no troncos... y la gran ventaja que tenemos sobre los vegetales además de las piernas para caminar son los oídos para escuchar y el cerebro para generar ideas a partir del debate constructivo. 

Para qué gastar tanta energía defendiendo o atacando a Zurriaga o a JuanPa si a la final todos amamos a James?

2. Los colombianos no debatimos, peleamos: Está bien que tengamos nuestras diferencias de pensamiento, es maravilloso que haya diversidad de opiniones y formas de pensar. Las distintas visiones del mundo alimentan el debate. Pero eso es precísamente lo que falla en mi país. Los colombianos no debatimos sino que peleamos. No lanzamos argumentos sino insultos: 

Hij***ta Narco-Guerrillero!
Desgraciado Narco-Paraco!
Izquierdista de m***da
Facho carev***ga
Castro-Chavista
Oligarca explotador proyanqui

Qué tal si por cada insulto que se nos ocurra generamos y twiteamos una idea? 

3. Somos malos perdedores... y malos ganadores también: Como consecuencia de los dos puntos anteriores, los colombianos tenemos una mentalidad muy particular: todo tiene que terminar en un ganador y un perdedor. Hasta el acto más cotidiano es un ejercicio de competencia más no de convivencia, ni mucho menos de tolerancia, o de intercambio de ideas.

Nos arde perder una apuesta, un partido de fútbol o unas elecciones. Y por eso vemos tantas personas quemadas con ácido, tantas peleas que terminan en tragedia. Tantas amistades que se rompen.

Pero lo más triste no es sólo la frustración de los que pierden, sino la sobradez de los que ganan. Es así como escuchamos a ilustres pensadores y servidores públicos como Pachito Santos decir "Sí, aquí pierden uno y ganan otros, qué se le va a hacer [con respecto al TLC con Estados Unidos]" (ver el vídeo aquí). Como si la tarea del Gobierno no fuera proteger a TODOS sus ciudadanos por igual, tanto a los que votaron o no por ellos. Y en este caso, proteger a los sectores productivos vulnerables o estratégicos y los que ganen lo hagan con prácticas justas. Porque si el mercado lo regula todo entonces tanto el presidente como el ministro y hasta el mismo Pachito están sobrando en esos puestos. Deberían entonces ahorrarnos esa platica de impuestos y buscar trabajo en otra parte porque el pueblo no está para alimentar inútiles.

Y si aprovechamos las derrotas para aprender de los errores y los triunfos para inspirarnos, compartirlos y multiplicarlos?

Por último:

4. Por alguna razón, actuamos exactamente al contrario de lo que decimos pensar e igual a lo que decimos odiar. En resumen: salimos con unas incoherencias como:

El futuro de Colombia es la Innovación
Pero le bajamos el presupuesto a Colciencias

Necesitamos fortalecer el Estado
Privatizando las empresas estratégicas del Estado

Estamos mamados de las Narco-Paraco-Prepago-novelas
Y son las que más rating tienen

Hoy yo me pregunto con tanta tristeza, por qué el amor es tan corto, el perdón tan escaso y el odio tan largo? y por qué ciudadanos comunes y corrientes que gracias a Dios nunca hemos tenido que enfrentar directamente situaciones tan duras y humillantes como un secuestro, un atentado, una extorsión, ni siquiera una amenaza, nos dejamos llevar por el odio y tomamos partido por uno u otro bando y en vez de racionalizar nuestras inconformidades para aportar soluciones, nos desfogamos a twiterazo limpio?.

Lo único que puedo decir es... que cada vez que se nos ocurra un insulto en contra de un colombiano, sea el que sea, guerrillero de las farc o paraco, presidente, ex-presidente, alcalde, taxista... el que sea, pensemos en un delicioso platanito maduro asado con queso y bocadillo, en un buen ajiaco santafereño o un buen vaso de jugo de zapote... o el atardecer en el mar de los siete colores de San Andrés... esas son las cosas que por más querendones que sean los Haligonios o por muy bonito que sea Canadá, jamás me van a poder brindar. Son cosas que extraño pero que hoy en día no puedo tener, sólo recordar.

Eso que tanto amamos y tanto nos gusta es lo que está en juego, si no nos queremos, no perdonamos y nos seguimos odiando.

martes, 29 de julio de 2014

Ciudadanía: Pague 1 Deber y lleve 2 Derechos gratis!

En Colombia no hay un cumpleaños que uno celebre con más ganas, aún por encima de los Quinces, que los 18. Esto por una razón muy simple: los 18 marcan la diferencia entre el culicagado y el ciudadano.

Y a esa edad, generalmente ser ciudadano significa reclamar dos derechos fundamentales: Entrar a los bares y votar. Curiosamente uno se acuerda del segundo cuando la Ley Seca le prohíbe el primero, al menos en teoría.

De los 18 en adelante la situación no es que cambie sustancialmente para muchos de nosotros. La mayoría no tenemos ni idea qué significa o qué implica ser un Ciudadano, excepto para quejarnos del tráfico, la guerrilla, los ladrones y los políticos... cosa que no está mal y a la que tenemos toooodo el derecho del mundo,  ni más faltaba! pero no es lo único.

Lo que muchos no entendemos es que ser ciudadano es un ejercicio de dar y recibir. Obvio, no niego que muchos quieren recibir más de lo que dan y van más allá! quitan más de lo que corresponde y por eso es que el mundo y particularmente nuestro país está como está. Pero querámoslo o no, tanto el derecho como la responsabilidad de ser ciudadano nos llega después de nuestras 18 primaveras y hay que asumirla, no hay escapatoria a menos que nos guste realmente que nuestra sociedad sea el desastre que es hoy en día.

Yo lo estoy asumiendo, un poco a los trancazos pero con la esperanza de que haciendo bien mi tarea desde el pedacito de espacio que ocupo en este mundo, estoy contribuyendo en algo con la limpieza de la casa.

Nunca me ha importado hacer la tarea y que los demás se copien, el conocimiento está para ser repartido, especialmente si se trata de arreglar este desorden que llamamos sociedad y que el día de mañana mi hijo no venga al ancianato a reclamarme que fue mi generación la que hizo todo mal. A continuación les comparto las 7 razones que a mi juicio demuestran que ser un ciudadano no es tan harto como parece y, por el contrario puede traer un buen retorno a la inversión en el largo plazo.

#1. Podemos fantochear por ser colombianos y haber nacido en la tierra de James, Mariana Pajón, El Pibe, Shakira, la Toti y Don Chinche.... imagínense la envidia.

Además tenemos derecho a un nombre. No hay expresión de creatividad más bonita que la de los papás colombianos para bautizar a los hijos. No doy ejemplos porque no quiero que nadie se me ofenda. Pero por si quieren leer, aquí encontré un documento de la Registraduría con curiosidades varias sobre los nombres colombianos.

#2. Uno es libre de hacer lo que quiera, nuestra libertad es tan amplia como verbos tiene el diccionario.
En serio!!! y de hecho es el primer gangazo que le dan a uno con la cédula. En la Constitución del 91 está estipulado que los ciudadanos colombianos nacemos con amplias libertades individuales y colectivas. Somos tan libres que uno puede escoger cualquier verbo en el diccionario y agregarle al final la famosa y provocativa expresión "...lo que se nos dé la gana", la fórmula quedaría así:

Somos libres de...
{Inserta verbo aquí} se nos dé la gana

Algunos ejemplos que se me ocurrieron son: 

Trabajar en lo que se nos dé la gana.
Estudiar lo que se nos dé la gana.
Practicar la religión que se nos dé la gana.
Vestirnos, Decir, Amar o Ser como se nos dé la gana...


Y así sucesivamente. Hay que hacer la salvedad por supuesto de que, la libertad es amplia pero no ilimitada, ya que existe un límite razonable: la libertad del otro, por aquello de que además de libres, nacemos iguales ante la ley.

Yo sé que esto en lenguaje leguleyo es abstracto y complicado. Por eso los abogados ganan tanta plata. Pero no se preocupen, hay un método infalible que les ayudará a darse cuenta si en el ejercicio de nuestros derechos y libertades, estamos pisándole el juanete a otra persona. Se trata de la famosa frase de la abuela: "No hagas a otro lo que no quieras que te hagan a ti"

Entonces la cuestión sonaría más o menos así:

Si no me gusta que me Roben, pues no robo
Si no me gusta que me Calumnien, pues no calumnio
Si no me gusta que me Jodan, pues no le jodo la vida a nadie

Fácil! sí o no?

#3. Para meternos al bote (mejor conocido como cárcel), más les vale a las autoridades tener una buena razón. Si nos van a meter en la cana al menos un juez tiene que decírnoslo en la cara y aparte de todo explicar el por qué. Este principio es lo que se conoce como Habeas Corpus y garantiza que las cárceles de miles de personas inocentes... repito, al menos en teoría. De la misma forma, tenemos derecho al acceso a la Justicia en el momento en que alguien vulnere nuestros derechos.

Por eso es que me choca la actitud de Andrés Felipe Arias de volársele a la justicia. Y peor, la actitud de los uribistas, especialmente las del Centro Democrático. Me choca porque cuando uno está involucrado en un problema tan grueso como ese, lo mínimo que uno espera de un ciudadano que se precia de ser "buen muchacho" es que al menos ponga la cara y enfrente la situación, por muy jodida que sea. Más aún, si uno es inocente -que en este caso las pruebas no es que den muchas luces de inocencia- uno tiene todo el derecho a apelar a todas las instancias posibles e interponer todos los recursos que sean necesarios para demostrarlo. Pero un buen ciudadano simplemente NO se vuela.  O si no pregúntenle a Andrés Camargo o al Conde de Montecristo. 

#4. Uno tiene derecho a trabajar y hacer plata siempre y cuando sea honestamente. Como estamos en un país Capitalista -cosa que tiene sus arandelas y de las cuales hablaremos luego- uno tiene derecho a tener sus cositas, su televisorcito o sus muebles. Uno tiene derecho a hacer sus inversiones y perseguir sus sueños de progreso cualquiera que sean dentro de lo legal. Este derecho tan chévere y en el que invertimos casi toda nuestra vida adulta, viene con una pequeña colita que si bien a ninguno nos gusta, es necesaria para el funcionamiento del Estado y es el de pagar impuestos sobre lo que uno gana.

Sí ya sé lo que me van a decir: Para qué pagar impuestos si viene otro y se los roba? Eso es tema de discusión en otro post pero por ahora lo único cierto es: Hay que pagar impuestos para tener, entre otras cosas:

#5. Protección y Seguridad. Hoy en día es una de las cosas que más nos hace falta a los colombianos y es el tema más complejo al que nos enfrentamos. Lo único que tengo que decir al respecto es que toda la espiral comienzó precísamente por quienes nunca entendieron lo que significa ser ciudadanos y mucho menos lo pusieron en práctica.

Todos los ciudadanos tenemos derecho a la protección de nuestra vida y a la seguridad en nuestro entorno. Es deber del Estado garantizarla pero también es nuestro deber como ciudadano colaborar desinteresadamente con las autoridades para que puedan hacer su trabajo y brindarnos esa seguridad.

Colaborar desinteresadamente significa que si uno sabe de algún hecho que pone en peligro su vida o la vida e integridad de los demás uno tiene el deber de ponerlo en conocimiento de las autoridades por pura convicción, sin esperar que le paguen por eso. Obviamente no se le pide a la gente que se convierta en mártir por evitar un robo. Si uno lo puede hacer sin que eso le cueste un chuzón o Dios no lo quiera, la vida, eso sería altamente apreciado.

Pero lo que sí no es aceptable bajo ningún punto de vista es que el Estado haga negocio con la seguridad de sus ciudadanos ofreciéndole estímulos de ningún tipo a nadie para que llame y sapee cualquier cosa. Eso lo hacía Pablo Escobar por poner un ejemplo y miren cuánta gente no sufrió, cuántos policías y personas dignas no murieron. La seguridad ciudadana no es una feria ni una subasta, es algo muy serio. Conductas como estas fueron las que desataron las monstruosidades de los falsos positivos y las ejecuciones injustas por parte de funcionarios del Ejército y el Estado. Bajo ninguna circunstancia, el Estado puede usar las mismas tácticas de los delincuentes a los que persigue.

#6. Bañarse en un río cristalino y hacer sancocho en la orilla. Qué delicia!! aunque no les ha pasado que cuando están en el chapuzón más bueno ven pasar uno que otro objeto asqueroso, aborrecible e innombrable por el lado?

Yeap, para evitar esto, leer nuevamente el punto #1 inciso b.

Fuera de chiste, hablando en serio, tenemos derecho a gozar de un ambiente limpio, al agua, a las maravillas y las bendiciones que la naturaleza nos puede ofrecer. Pero hoy más que nunca hay que tomar conciencia de cómo utilizamos nuestros recursos porque no son infinitos. Aunque suene a pura ambientalista cursi no dejaré de decirlo: si queremos bañarnos mañana con agua limpia, más vale no dejar la llave abierta hoy.

#7. Somos los jefes de nuestros gobernantes. No sé por qué pero esto sí que nos ha costado trabajo entender. Que no se nos olvide que todos los funcionarios públicos edel presidente para abajo y para los lados, son pagados por nosotros, con nuestros impuestos. Por lo tanto, tenemos derecho a exigir, a ser escuchados y servidos por ellos. Que no nos dé pena llamarlos a rendir cuentas, con respeto, por supuesto, pero también con firmeza.

Es hora de que hagamos la tarea bien, porque si de verdad estamos tan hartos de que nos desgobiernen, de que sean injustos, de que nos roben, de que nos ultrajen y de que otros se nos acaben lo poco que tenemos, asumamos nuestros deberes, si hacen cuentas en el presente y futuro, los derechos vendrán multiplicados!

viernes, 25 de julio de 2014

La vida después de James

El profesor que más odié en la universidad me decía: “Si después de ver una película, la que sea, sales de cine siendo la misma persona, el problema definitivamente no está en la pantalla sino al frente.”


Hoy yo creo que amanecí con ganas de ser una persona diferente viendo la película del mundo actual, especialmente la película de la fiebre Jamesina que nos ha contagiado a todos desde el Mundial 2014. Según Google Trends, y como lo pueden ver más abajo, nuestro futbolista y el Real Madrid han liderado las tendencias de búsqueda en el mes de Julio:

Hoy yo creo que amanecí con ganas de ser una persona diferente viendo la película del mundo actual, especialmente la película de la fiebre Jamesina que nos ha contagiado a todos desde el Mundial 2014. Según Google Trends, y como lo pueden ver más abajo, nuestro futbolista y el Real Madrid han liderado las tendencias de búsqueda en el mes de Julio:




Curiosamente su esposa Daniela Ospina ha tenido incluso más búsquedas que el propio James estos últimos días:



Ok volviendo al tema, después de esta avalancha de buenas noticias, de la alegría de una Selección Colombia renovada y demás importantes triunfos deportivos, yo me pregunto: Cómo es posible que después de ver a James ponerse la camiseta del Real Madrid, a Catherine Ibargüen ganar tantas medallas, a Nairo y Rigo pedalear juiciosos hasta el podio de Il Giro d’Italia, el resto de colombianos sigamos siendo las mismas personas? 

No me cabe en la cabeza que la guerrilla siga echando bala, los ladrones sigan robando, los políticos sigan mintiendo (y robando) , la gente se siga matando... en definitiva, que todos nosotros sigamos siendo lo que somos: monótonos, predecibles, indiferentes. Cuándo vamos a hacer ese gran alto en el camino para pedalear por nuestros proyectos de un mejor país?


A veces parece que el patriotismo de ver a nuestra gente triunfar solo nos alcanza para comprar una camiseta, un afiche o una ruana rosada. Y bueno, no estoy en contra del merchandising, de hecho la publicidad es la que me da de comer. Mucho menos estoy en contra de que las personas humildes aprovechen la fiebre para hacer una platica extra. Es más, ojalá hayan más triunfos como estos para que, los que puedan, tengan opciones de trabajo, así sea informal.


Mi punto es, qué hacemos con nuestras vidas después de James, además de comprar la camiseta y volvernos hinchas del Real? Estamos aprendiendo algo de él y los demás colombianos que han tenido la valentía de tener un sueño y hacerlo realidad? Si estos muchachos no son inspiración suficiente para cambiar nuestra realidad y darle vida a nuestros proyectos, estamos jodidos.


Es curioso porque en los medios, en Twitter, en Facebook, mejor dicho en todas partes decimos que nuestros deportistas son un ejemplo para Colombia, como si Colombia fuera una señora por allá que vive perdida quién sabe en donde y no nosotros mismos, los colombianos de carne y hueso que tenemos que hacer nuestra tarea, tomar decisiones, y seguir el dichoso ejemplo bueno.


Si tan orgullosos nos sentimos de James, por qué seguimos sentados en un sillón viéndolo en televisión en vez de levantarnos a mover el mondongo y salir a montar bicicleta o jugar futbol, o simplemente desempolvando esos viejos proyectos de vida que dejamos en el olvido del conformismo. Entre otras cosas, hacer ejercicio al menos sería mejor negocio por aquello de que como tenemos un pésimo sistema de salud y unas EPS tan ladronas, pues nada mejor que adoptar un estilo de vida saludable a ver si así no nos enfermamos tanto y de paso nos evitamos el calvario de visitar un médico y pelear por una lovastatina.


Por otro lado, y en mi muy simplón modo de ver la vida, a mí no me cabe en la cabeza que paguemos un platal por la camiseta del Real con el nombre de James para que nos sirva de pijama. Por lo menos chicaniemosla en el gimnasio o trotando en un parque!


También es recurrente el dicho: “nuestros deportistas son un ejemplo para las futuras generaciones”, como quien dice escurrámosle el bulto a nuestros niños, que sea de ellos la responsabilidad de salir a la vida a perseguir sus sueños porque nosotros los adultos somos demasiado viejos, ocupados y artríticos para hacer cualquier esfuerzo. Pues si esa es la idea, apague y vámonos porque, si bien James puede ser una figura de inspiración, el verdadero ejemplo que reciben los niños viene de nosotros sus padres o tutores. Nosotros somos sus primeros entrenadores y eso va más allá de comprarle el afiche del Real Madrid.


Ya sé lo que están pensando: Y esta vieja con qué autoridad moral viene a criticar?. Y hasta tendrán razón, no soy perfecta ni tengo ninguna autoridad moral para criticar a nadie. Lo más seguro que pase con este post es que sea una más de las reflexiones que pasa desapercibida, que se hunde en el mar de carreta que uno encuentra en internet… Imagínense, si la fiebre del triunfo se le pasa a uno rapidito y así como en una semana pasó la fiebre de la Ruana Rosada de Nairo o de leer Cien años de soledad con la muerte de Gabo... qué puede pretender una pobre escritora-wannabe, arruiná como yo.


En fin, este post no puede significar nada para nadie más pero para mí significa mucho. Significa que a mis 32 años estoy siguiendo el ejemplo de un culicagado de 23 que con mucho sacrificio se entregó a su sueño de jugar fútbol y llegó al Real Madrid costando 80 millones de Euros no por su linda cara sino por su talento -bueeeehhhh digamos que la linda cara le sumó puntos, pero nadie pone en duda de que su talento lo hizo todo-.


Este post es la primera piedrita de mi proyecto: hacer de mí misma el cambio que quiero ver en el mundo y aunque no llegue a tener nunca la audiencia de un partido de James, con que una sóla persona me pare bolas y comparta conmigo su visión de un mundo mejor, me daré por campeona… (mami!!!! tú vas a leer mi blog cierto?? mamá??? ma?)


Ahora sí me despido, deseándoles a todo un hermoso día y por encima de todas las cosas un buen comienzo para el próximo reto que van a asumir… porque confío que después de ver a James o a otro colombiano triunfar en lo suyo, no querremos que nuestra vida siga siendo la misma, sino mejor.